Arq. Yuriria Monroy
04/noviembre/2019
Ejemplo de “alfombra” de Sedum morganianum en un Muro Verde.
En
Recuver ® contamos con las mejores plantas para el diseño de paisaje. En esta ocasión te presentaré cuatro magníficos ejemplos de esta diversidad vegetal, los cuales son producidos en nuestros invernaderos y atendidos por manos locales. Cada uno de los ejemplos que abordaré representa un género de planta “cubresuelos”. El primero de estos géneros es el Sedum, que comprende plantas suculentas de la familia Crassulaceae.
Graptosedum Vera Higgins en maceta.
Las plantas del género Sedum tienen raíces muy superficiales, por lo que puedan desarrollarse en una capa de sustrato de muy poca profundidad (¡hasta 5 cm pueden ser suficientes!). Algunas variedades, como el Sedum morganianum, puede encontrarse creciendo sobre rocas en la naturaleza, así que imagina lo poco que necesita de sustrato. Por lo anterior muchas especies del género Sedum se adaptan perfectamente a muros verdes. Otra cualidad importantísima de este género es su rápido crecimiento, el cual se mantiene durante mucho tiempo. La textura de los sedums, cuando se les agrupa, asemeja una alfombra; sus colores van cambiando conforme a la época del año, por acción del frío, del sol y de sus propias floraciones.Cuando selecciones un sedum para grandes “alfombras”, recuerda escoger uno cuyas hojas no sean muy grandes para que la cobertura sea mejor.
El siguiente género del que les quiero hablar es el Graptosedum, que también comprende plantas suculentas de la familia Crassulaceae. Las texturas de los Graptosedum, regularmente, son más gruesas que las de los Sedum: sus hojas son más anchas y tienden a crecer en ramilletes, conformando pequeños montículos. Los Graptosedum son ideales para jardines de rocas y gravillas, aunque también pueden colocarse en macetas o usarse como plantas colgantes. Una de las especies más vistosas de este género es el Graptosedum Vera Higgins, cuyo común es Crepúsculo por el color rojizo que adquiere con el sol. Está suculenta es una de las más resistentes.
El siguiente género del que les hablaré es el Graptopetallum, el cual comprende 18 especies de plantas pertenecientes a la familia Crassulaceae. Estas plantas crecen en forma de roseta, por lo que se les suele confundir con echeverias. Algunas plantas de este género desarrollan un tallo carnoso de unos 10-15cm de altura, pero la mayoría son acaules (sin tallo) con una altura de unos 5 cm. Su uso en el diseño es similar al de los Graptosedum: por lo regular se les coloca en jardines de rocas o gravillas, como cubresuelos, en macizos o enmarcando puntos de interés (e incluso funcionan muy bien en maceta). Su ritmo de crecimiento es medio, de modo que puede permanecer hasta dos años en la misma maceta. Un ejemplo a destacar de este tipo de plantas es el
Graptopetallum paraguanyese, cuya forma asemeja una estrella, aunque de colores que van del gris verdoso al rosa.
Colonia de Echeveria derenbergii (izq.)
y especimen de Echeveria gibbiflora (der.).
Por último, les hablaré del género Echeveria, que es quizás el más conocido de esta lista. Es tan amplia su variedad que en cuestión de diseño de paisaje podemos usarlas para crear desde macizos hasta puntos focales: hay echeverias tan pequeñas como la Echeveria derenbergii de aproximadamente 8 cm de diámetro; también las hay enormes como la Echeveria gibbiflora que puede llegar hasta el metro de diámetro. Para el diseño con echeverias el único límite es la imaginación, ya que además de su gran diversidad de tamaños, también tienen una gran diversidad de colores: encontramos verdes pálidos, azules, rojos, violetas, rosas, verdes amarillentos… Usando echeverias podemos crear tapetes de texturas, ya que como es el caso con los sedums, sus raíces son superficiales (lo que las hace ideales para su uso en azoteas verdes). Una de mis echeverias favoritas es la Echeveria agavoides: la intensidad de su coloración verde varía de acuerdo a cuánto se le expone al sol, y puede incluso tornarse rojiza, sobre todo en las puntas. Con el paso del tiempo la Echeveria agavoides forma colonias, creando pequeños montículos.
La Echeveria agavoides cambia de color
de acuerdo a la cantidad de sol que recibe.
¿Te han gustado estos ejemplos de la diversidad vegetal que ofrece Recuver®? ¿Te gustaría utilizar estas y otras plantas similares en tu proyecto de diseño de paisaje? Nosotros te podemos ayudar: contacta a uno de nuestros asesores dando
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