Recuver se constituyó como empresa el 21 de junio de 2016, sin embargo, la experiencia de sus fundadores en el diseño, construcción y mantenimiento de Azoteas y Muros Verdes viene de mucho más atrás. Para entender cómo surgió esta joven empresa, es necesario remitirnos a la llegada a México de la técnica conocida como “Naturación Urbana”.

A finales de la década de los ochenta y principios de la década de los noventa, la contaminación atmosférica de la Ciudad de México alcanzaba niveles alarmantes que no sólo ennegrecían el cielo de la urbe, sino que incluso provocaban la muerte de parvadas enteras de aves. Si bien hoy en día se llega a declarar contingencia ambiental en la CDMX al rebasarse los 150 puntos en el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (IMECA), a principios de los noventa era común rebasar los 300 puntos. Esta situación llevó al gobierno del entonces Distrito Federal, a crear la Dirección General de Proyectos Especiales dentro de la Comisión de Recursos Naturales (CORENA). Dicha dirección tendría el cometido de promover iniciativas para contrarrestar la contaminación atmosférica que afectaba la ciudad.

Una de estas iniciativas fue la firma, en 1998, de un convenio con la Universidad de Humboldt, en Alemania, para que un grupo de académicos mexicanos pudieran realizar una estancia de un año en dicha universidad; durante esta estancia se estudiarían nuevas tecnologías que pudieran contribuir a la mejora de la calidad del aire en la Ciudad de México. Una de estas tecnologías es lo que los alemanes conocen como bauwerksbegrünung, o “Naturación Urbana”.

Uno de los académicos mexicanos que formó parte del equipo enviado a la Universidad de Humboldt fue el biólogo Jerónimo Reyes, investigador del Jardín Botánico de la UNAM. Durante su tiempo en Alemania, Reyes estudió los sistemas constructivos creados por los alemanes para la instalación de Azoteas Verdes, con el objetivo de eventualmente traer dichos sistemas a México.

La primera azotea verde construida por Jerónimo Reyes fue aquella del Jardín Botánico de la UNAM. Dicha azotea verde, terminada en julio de 1999, se realizó sobre un pequeño edificio de una sola planta que alberga oficinas y laboratorios. Para la construcción de esta azotea verde, de 360 m², se contó con el apoyo del doctor Gilberto Nava de la Universidad Autónoma Chapingo, y el Ing. Rubén Lazos Valencia de la Dirección de Proyectos Especiales de la CORENA. Lo más destacable de esta azotea verde es, quizá, que se trata de un jardín xerófilo, es decir, que no requiere ni riego ni mantenimiento para su supervivencia: es, en otras palabras, una azotea verde de cero mantenimiento.

En 2019 la azotea verde del Jardín Botánico de la UNAM cumplió 20 años de su instalación. En estos 20 años no ha habido ni una sola filtración ni ningún otro tipo de afectación al edificio que la alberga. Por el contrario, esta azotea verde ha representado importantísimos ahorros en gasto de impermeabilización y de aire acondicionado. Además, ha permitido a Jerónimo Reyes, y a otros académicos de la UNAM, estudiar múltiples aspectos de la Naturación Urbana.

El biólogo Jerónimo Reyes ha sido consciente, desde su primer contacto con la Naturación Urbana, de que la adopción generalizada de esta tecnología depende de su viabilidad comercial: no es suficiente que se estudie en las universidades y que se instalen prototipos en éstas, sino que es imperativo instalar azoteas y muros verdes en todo tipo de edificios a lo largo de la ciudad. Con esta mentalidad, y con el apoyo de la licenciada Teresita Machado, presidenta de la Fundación para la Reserva de la Biósfera Cuicatlán, Jerónimo Reyes y su colega, la bióloga Rosario Castro, construyen en 2008 la primera azotea verde comercial en las oficinas corporativas de la empresa azucarera Central Motzorongo en la Ciudad de México. Esta azotea verde, de poco más de 200 m², cuenta con una amplia variedad de plantas suculentas, como agaves, sedums, cactáceas y crasuláceas.

La azotea verde de Motzorongo fue un parteaguas para el biólogo Jerónimo Reyes, quien a partir de entonces continuó trabajando en otros proyectos comerciales de Naturación Urbana asesorando a diversas empresas del ramo, entre ellas Era Verde, la cual se convertiría en semillero para otras empresas y cantera para los profesionistas que eventualmente fundarían Recuver. Uno de estos proyectos fue la azotea verde de la empresa farmaceútica Vitalmex, ubicada en la colonia Jardines del Pedregal de San Ángel, en la Ciudad de México. Esta azotea verde de más de 1000 m², se construiría en 2013 y sería la primera en México para un edificio con certificación LEED platino. El arquitecto Eduardo Aguirre, y el licenciado Diego Reyes, eventuales fundadores de Recuver, participaron en la ejecución de este proyecto como parte de sus prácticas profesionales. Eduardo y Diego participarían, además, en una gran variedad de proyectos de Era Verde, tanto de azoteas verdes, como de muros verdes y jardines convencionales. Esta experiencia sería fundamental para la creación de Recuver.

En 2016, en el municipio de San Miguel Totolcingo, Estado de México, se crea un vivero modelo para la producción de plantas nativas mexicanas de ornato, a través de un proyecto de vinculación entre la UNAM, la Universidad Autónoma Chapingo y empresas privadas, bajo el auspicio de CONACyT: el Vivero de Suculentas de México. En este vivero de 3 naves se reproducirían especies suculentas a partir de germoplasma obtenido por el biólogo Jerónimo Reyes durante sus exploraciones botánicas.

Como se mencionó al principio, Recuver finalmente se consolidaría como empresa el 21 de junio de 2016. Desde ese momento, Eduardo Aguirre y Diego Reyes trabajarían para mejorar los procesos y las tecnologías aprendidas durante su colaboración con el biólogo Jerónimo Reyes y con Era Verde. Una innovación sumamente importante obtenida de este proceso fue la Azotea Verde Light Recuver, cuyo sistema constructivo supera las exigencias de la norma NADF-013 (la cual regula azoteas verdes en la CDMX). Otra importante innovación (cuya versión final se terminó en agosto de 2018) fue el desarrollo del sistema de Muros Verdes Modulares Recuver, que hace de la instalación de muros verdes un proceso más rápido, más sencillo y más confiable.

Desde su consolidación, Recuver ha buscado no sólo la innovación en sistemas de Naturación Urbana, sino también el establecimiento de alianzas con instituciones académicas y con otras empresas que estén comprometidas con la promoción y el aprovechamiento de la diversidad botánica de México. Este ímpetu llevó a Recuver a crear, de la mano del jardín botánico de la UNAM y con el apoyo de CONACyT, la red de Cultivo de Plantas Ornamentales de México (CPOM): una red de viveros rurales especializados en la producción de suculentas nativas mexicanas. Para la creación de esta red fue fundamental la transferencia de conocimientos, tecnología y germoplasma de la UNAM hacia los productores. Gracias a la red CPOM, Recuver puede cubrir la alta demanda de plantas nativas mexicanas que implica la construcción de azoteas y muros verdes.

Como se mencionó líneas arriba, una de las innovaciones más importantes de Recuver ha sido el sistema de Muros Verdes Modulares: los módulos de muro verde que ofrece Recuver son de fácil y rápida instalación, y tienen una vida útil mucho más larga que las alternativas más comunes en el mercado. Un aspecto esencial del sistema de Muros Verdes Modulares es el uso de plantas nativas mexicanas de bajo consumo de agua. Estas plantas se mantienen hidratadas gracias a un sistema de riego por goteo de alta eficiencia. Tanto por sus plantas, como por su sistema de riego, el sistema de Muros Verdes Modulares de Recuver consume hasta 93% menos agua que otros sistemas de muros verdes.

En octubre de 2018 Recuver aplica, por primera vez, su sistema de Muros Verdes Modulares a nivel comercial, instalando un muro verde de aproximadamente 60 m² en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), en Jiutepec, Morelos. Este muro verde cuenta con un sistema de monitoreo 24/7 que registra su consumo de agua.

Como hemos visto, detrás de Recuver hay una interesante historia de innovación tecnológica de más de 20 años. Desde la transferencia tecnológica de la Universidad de Humboldt a la UNAM, hasta el desarrollo del Muro Verde Modular, en la historia de Recuver permea un compromiso con el medio ambiente y la diversidad botánica del país.

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